Modelo educativo

Durante los tres primeros años de vida, el niño desarrolla toda una serie de adquisiciones muy importantes para todo su desarrollo posterior.

Para contribuir y complementar la labor de la familia en la educación del niño, desde las guarderías municipales facilitamos los recursos y dinamizamos procesos con una actitud abierta y flexible, con formación permanente y trabajo en equipo, para ofrecer a las criaturas confianza y coherencia educativa, valorando las capacidades de todas y cada una de ellas.

En septiembre de 1978 se creó un primer grupo de guarderías municipales, fruto de un movimiento popular y de una fuerte presión social. Con la entrada de los ayuntamientos democráticos se constituyó el Patronato Municipal de Guarderías y desde entonces seguimos trabajando para las familias y los niños más pequeños de la ciudad, actualmente desde la Dirección de Educación.

El niño es un ser único, capaz, creativo, competente, con deseo y curiosidad innata para aprender y relacionarse con el entorno y con los demás. Él es el protagonista de sus procesos de aprendizaje acompañado por los adultos.

El trabajo en equipo es el que garantiza la coherencia educativa del centro y de todos sus miembros, tanto en lo referente al trato con los niños como la relación con las familias, las propuestas educativas y, en definitiva, la organización y el funcionamiento global del centro.

La educación de los niños es una competencia compartida entre padres, madres, educadores y educadoras. Familia y escuela tienen un objetivo común, colaborar de forma activa en la educación de los niños. Esta relación es una condición indispensable para garantizar coherencia y eficacia en todo el proceso educativo.